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a veces me dan ganas de volver a fumar. hoy por ejemplo, caminaba angustiada y solitaria por la colonia, imaginando a Javier en Nueva Beach, con un sobretodo gris oxford, con los brazos cruzados en su espalda, con el frío intenso de quetzaltenango... y un rescoldo de humo nicotínico se asomó a mi memoria... un anhelo quizás. algo que ya no será, porque se que no volvere a fumar, hoy por lo menos no lo hice, y de las 2 horas que quedan de esta arrogante y hermosa noche (hermosa...) no fumaré. talvez las dudas de fe y las constantes recaidas en la literatura y el encierro, talvez porque cada vez se ve mas grotesco el circo que esta a unas cuadras de aca, talvez que ayer Dios me señalo a un hombre específico, talvez simplemente que siento melancolía de aquellos tiempos de poesía y pobresia, como bien dijimos hoy con mi hermana. sin embargo tambien me angustia otra cosa. en realidad no me angustia, mas bien me sorprende de mi. hoy cuando pase frente al Bar del Chivo un zumo de alcohol vino a la memoria de mi paladar, un deseo, un antojo mas bien de un poco de alcohol, no de cerveza... de alcohol. se que tampoco volvere a beber. no se porque pero es algo inapropiado, no se porque no debo fumar. en fin, no por eso lo volvere a hacer. es la añoranza del pasado que tengo por definición. una recordadora, una grabadora y añoradora... esta en mi currículum vitae. tal vez sea solo un capricho. no lo sé.