Tu nombre es mi mantra
una cíclica paz
que provoca tu estancia,
el heraldo...
de mis armas
tus brazos cruzados
son un prado de ocelotes
que corren detras de un venado...
y todavia me preguntas
porque te quiero...
y quiero meterme en tu piel entera
como el humo de Pilar Ternera
como el hilo de seda
que Dios desprende cuidadosamente
para que llueva.
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