Guantes para el frío, y mis impecables e inamovibles (como viejas en mecedoras) ganas de verte, de estar con vos. Ya no recuerdo, ya no recuerdo cuando te volviste un "hola" complicado. O una ola de cresta salvaje, con las uñas de los dedos como garras. Es cierto que solo vos conjeturás mis palabras, las haces humo, las volteas como hojas, las achicas y las agrandas a tu antojo, pero tampoco es falso que solo vos las tomas entre tus manos al final de la noche, y soñando con insomnios lastnocheros las guardas en las bolsas de tus ojos. --Crece como bomba atómica de chicle atómico en mi boca atómica tu ego--
Sin romances ni protocolos, sin arcas de Noés hambrientos que buscan pescar algún alimento entre el diluvio. Sos vos, con la des hidratación o sin ella. Eso no viene de la madrugada, ni de Bach (como amo al viejo Bach). Esto viene del núcleo mas sincero de mis puntapiés a la vida. Y claro que me sonrojo, mi cuerpo necesita defender su soberanía, como algo mejor que un neanderthal. Y claro que bajo la mirada, no soy de las que cogen de los ojos la sinceridad (ni de las que cogen del pelo a las viejas neuróticas). Soy mujer de palabra escrita y no hablada ni dramatizada -ni buena ni mala, solo escrita-. Es verdá que tomé mucho café, y tal vez exagero un poco a veces. Pero me gusta llevar al limite esto y que vos te burles. Pero mira -como dirías vos- que los ríos no son tan bellos -como para guiñarles el ojo- ni tan débiles -como para dejarte ir-. Lucha guerrillera en tu mente, eso me gusta, me complace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario